¿Cual es la definición del emprendedor? Este término tiene dos acepciones: en primer lugar, es la cualidad de la persona que identifica la oportunidad y organiza los recursos necesarios para obtenerla. En segundo lugar, es una actitud o aptitud inconformista que permite a una persona apostar por proyectos nuevos para lograr mayores logros de los que ha conseguido.
Suena bien, pero ¿por qué es tan difícil emprender? Hay muchísimas páginas web que explican por qué es tan difícil ser emprendedor. Hemos intentado reunir aquí los cinco riesgos principales a los que te vas a enfrentar si decides emprender un nuevo negocio, y algunas de las ideas que puedes aplicar para aliviarlo.
1) El riesgo de no tener dinero: Ya tengas un trabajo o estés desempleado, invertir en una empresa sin un futuro claro no parece una gran opción. Probablemente tengas que poner dinero de tu propio bolsillo, y si decides dedicarte completamente al emprendimiento, tienes que estar preparado para lidiar con la falta de dinero en los momentos iniciales. Puedes intentar conseguir financiación externa, pero tienes que trabajar mucho para que tu producto o servicio parezca rentable ante los consumidores. En consecuencia, la idea de ser emprendedor y lanzarte al vacío empresarial no parece tan atractiva como parecía en un principio.
¿Cómo aliviarlo? Según las palabras de Erin Pooley para el Financial Post, el mejor momento para un nuevo emprendedor es “cuando el riesgo de hundir el barco es más bajo, antes de que el riesgo de hundirlo sea demasiado alto”. El equivalente en tu bolsillo a este frase es cuando tienes ahorros suficientes para permitirte inversiones pequeñas de dinero. Si la idea de lanzarte de lleno a una aventura empresarial te intimida, prueba a dividir tu dinero en varios plazos. Tu producto o servicio tardará más en salir, pero tendrás más tiempo para conseguir apoyos financieros y medir el interés de tu producto o servicio entre tu público objetivo.
2) No estás muy puesto en cuestiones técnicas y jurídicas: para llegar a ser emprendedor y autónomo hay que entender los procedimientos, las herramientas, los modelos de negocio… Es una tarea que consume mucho tiempo, pero es necesaria para poder avanzar en tu empresa. Para poder empezar, tienes que inscribirte en autónomos. Para saber cómo, puedes entrar aquí. Pronto escribiremos un post relacionado con estos procedimientos. Para saber más sobre los modelos de negocio que puede adoptar tu empresa, puedes mirar esta página web, que tiene muchos ejemplos de modelos de negocio de grandes empresas como Gillete o IBM. Para saber cómo administrar tus redes sociales, herramientas básicas para poder dar a conocerte como emprendedor, visita esta web.
Puedes empezar por aquí, pero vas a necesitar más información de todo tipo: sobre diseño digital, si tu producto se va a distribuir principalmente en internet; sobre marketing y comercialización; sobre microeconomía empresarial; sobre medición de audiencias… Al principio, vas a tener que ser un hombre o una mujer orquesta, con conocimientos de todo para poder sacar adelante tu idea con un mínimo de soltura. Así que investiga por Internet, sé curioso/a y estarás más cerca de hacer realidad tu meta de ser emprendedor.
3) No sabes si al público le va a gustar tu producto/servicio: Al principio de tu proyecto, seguramente no sepas si lo que ofreces a tus futuros clientes es lo correcto; si les va a atraer. A fin de cuentas, si triunfas o fracasas depende de ellos, de tus clientes. Para ello, necesitas saber a quién va dirigido tu producto o servicio: tu público objetivo. De nada sirve lanzarte al mercado si no sabes que va a haber un grueso de personas que se van a interesar por ti y te van a dar la base económica suficiente para poder crecer como empresa.
Puedes dividir tu público en segmentos: edad, sexo, intereses personales, nivel económico, estudios, etc. Y luego personalizar la promoción de tu producto o servicio: por ejemplo, ofreciéndoselo a personas que encajen en los perfiles que esperas para tus clientes. Es importante que, si quieres hacerte emprendedor, empieces con la gente que te rodea, pues es la mejor forma de comprobar hasta qué punto despiertas el interés del público. Luego puedes ampliar el espectro; por ejemplo, planeando campañas de marketing más globales a través de redes sociales y publicidad.
4) Te faltan apoyos y no sabes a quién acudir: Si estás pensando en ser un emprendedor, puedes sentir que no te apoyan, bien porque no confían en tu producto o servicio o porque no confían en que puedas sacar adelante tu proyecto. En esos casos, necesitarás mucha paciencia y coraje para sobreponerte. Por lo general, la gente suele asociar el producto a la actitud del empresario que lo vende. Primero, tienes que estar plenamente convencido de que quieres vender ese producto o servicio; solo después puedes convencer a los demás. Si quieres conseguir apoyo moral, necesitas que tu familia y tus amigos confíen en ti y estén contigo. Si quieres conseguir apoyo financiero, necesitas un proyecto diseñado sobre bases sólidas… y una buena presentación frente al banco al que quieras pedir el aval. No hay otro truco. Solo la confianza plena en uno mismo y un proyecto medianamente congruente para respaldarla pueden darte el respaldo de los que tienes alrededor.
5) ¿Tengo lo que hay que tener? Tal vez sea esta la pregunta clave para todo emprendedor. Por la respuesta a esta pregunta empieza el proyecto, con el diseño de los pasos a seguir y del producto o servicio a vender. Por aquí se empieza o se acaba la aventura de salir a un mercado de competencia tremendamente exigente. Por aquí empieza a probarse si eres o no capaz de enfrentarte al reto de emprender, al riesgo inherente de emprender.
Es difícil responder a esta pregunta, porque depende de cada uno; de si uno se siente preparado o no. Lo que sí se puede hacer es explicar los factores que influyen en el éxito del negocio, para ver de qué manera pueden ayudarte en esta decisión.
ORDEN: controlable hasta cierto punto. Trabajo modificable. Más o menos cierto. Depende de la confianza en uno mismo. |
SUERTE: no controlable, medible con límites, incierto. RIESGO. |
Por lo general, existen dos factores que intervienen a la hora de elegir: el orden y la suerte. El orden es el factor que pones tú, el futuro emprendedor. Es el trabajo que estás dispuesto a realizar para alcanzar tus objetivos de forma constante y organizada. Como son tus decisiones, puedes controlarlas, pues dependen mayormente de ti. La suerte son los factores externos que no puedes controlar y que implican el mayor riesgo para tu empresa. Solo puedes medirlos. Por ejemplo, las fluctuaciones del mercado, que a la gente de repente deje de interesarle lo que le ofreces, que ocurra una desgracia personal que te desvíe temporalmente de tu trabajo, etc.
Para tomar tu decisión, tal vez te ayude comprender la influencia que pueden tener estos dos factores en tu nueva vida laboral como emprendedor. Una vez tomas conciencia de lo que puedes llegar a perder y de aquello a lo que estás dispuesto a renunciar, puedes ir hacia adelante. Ahora, la decisión es tuya.
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